"Medios de Difusión y Propaganda Peronista" 1945-1955.
La creación de una identidad política.
"El peronismo se presentaba a sí mismo
de manera simultánea como una completa
y revolucionaria ruptura con el pasado
y como una fuerza conservadora
de los valores más tradicionales"
Mariano Plotkin
"Bustos y retratos de Juan y Eva Perón
fueron despedazados, los escudos partidarios destruidos,
los folletos y carteles, quemados".
Marcela Gené.
A partir del 17 de octubre de 1945, comenzó a construirse en la República Argentina una nueva fuerza política que luego consagró como presidente del país a Juan Domingo Perón el 24 de febrero de 1946.
Desde la paradigmática frase "Braden o Perón" en la campaña electoral, y luego en el gobierno, el peronismo construyó una profusa gama de símbolos. Desplegó un aparato publicitario y propagandístico que perseguía algunos objetivos bien definidos: además de evidenciar el nuevo rol de los trabajadores, del Estado y del partido, el gobierno de Perón se propuso construir una nueva identidad política que lo diferenciara de los partidos políticos tradicionales y de los sindicatos que lo precedieron, y a la vez difundir los logros y las realizaciones de su gobierno.
Fue así que entonces, se utilizaron todos los medios disponibles para concretar esos objetivos. Desde afiches y folletos de todo tipo, publicaciones partidarias, periódicos, libros de divulgación doctrinaria, revistas, fotografías y la radio, que seguramente fue el medio de mayor relevancia de la época (Perón supo utilizar la radio desde sus tiempos en la Secretaría de Estado y Previsión).
El cine, en pleno auge en las décadas del 40 y del 50 del siglo XX, no quedó exento (tanto en noticieros como en películas) de mensajes en los que podía visualizarse el nuevo rol del Estado. Numerosos artistas y personalidades de la cultura manifestaron por los distintos medios sus apoyos al gobierno.
En 1952 se inauguró la transmisión de televisión en la Argentina y la primera imagen fue la de Eva Perón. Pero este medio no alcanzaría su mayor grado de penetración cultural sino mucho después del derrocamiento del gobierno peronista en 1955.
Algunos de los detractores del peronismo quisieron ver en todo este andamiaje propagandístico un peligro para la libertad de pensamiento para quienes eran sometidos a semejante aparato ideológico. Por eso luego del derrocamiento de Perón fue sancionado un decreto, el 4161, que prohibió toda mención, en cualquier medio de comunicación, que recordara al "tirano depuesto". Se intentaba destruir todo vestigio del peronismo creyendo que con la prohibición, el silenciamiento y la proscripción podían anularse en el sentimiento y en las vivencias de un gran sector de la población los logros políticos, económicos y sociales de un gobierno.
Este proyecto intenta rescatar y poner de manifiesto una parte del patrimonio que no sólo pertenece a un Movimiento Nacional y Popular como es el peronismo, si no que ya es parte de la historia política del país y que se conservó gracias a quienes resistieron y persistieron en su preservación.
Contexto histórico. Marco Conceptual.
Los gobiernos fraudulentos que se sucedieron a partir del golpe de estado de 1930 que derrocó a Hipólito Yrigoyen, no se ocuparon de desarrollar algún tipo de política social y prácticamente no aportaron leyes laborales.
Durante los gobiernos de José Félix Uriburu (1930-1931), Agustín P. Justo (1931-1937), Roberto M. Ortíz (1937-1941) y Ramón S. Castillo (1941-1943), se desarrolló un incipiente proceso de industrialización por sustitución de importaciones que promovió a su vez un cambio en la conformación del movimiento obrero argentino. Verdaderas oleadas de trabajadores se movilizaron desde el interior de las provincias hacia los principales centros urbanos. Principalmente Buenos Aires y en menor medida Rosario en la provincia de Santa Fe, recibieron a los nuevos habitantes sin haber previsto infraestructura y condiciones mínimas que los contuvieran.
Las tendencias ideológicas predominantes en la dirigencia del movimiento obrero, esto es, socialismo, comunismo, anarquismo y sindicalismo no alcanzaban a expresar las ambiciones de los trabajadores provenientes del campo a quienes se podría catalogar como más conservadores a la hora de presentar sus demandas. Más negociador que combativo. Demandas y negociaciones que no eran satisfechas y que se acumulaban en ese colectivo social.
A partir de 1930 apareció otro fenómeno singular, reflejo de la crisis económica: "los barrios de emergencia", eufemismo de las conocidas villas miseria. En un principio se ubicaron en las cercanías de las terminales ferroviarias, luego se extendieron por distintas zonas de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires.
Frente al golpe militar que inauguró la "Década Infame", el movimiento obrero buscó caminos de unidad. Fue así que de la unión de la Confederación Obrera Argentina (COA), vinculada ideológicamente al Partido Socialista, y la Unión Sindical Argentina (USA), de tendencia sindicalista, surgió la Confederación General del Trabajo (CGT). La Federación Obrera Regional Argentina (FORA), de tendencia anarquista, se mantuvo al margen de esta unión.
La corriente sindicalista que dirigía la CGT fue perdiendo confiabilidad debido a sus acuerdos con los gobiernos del período, lo que facilitó el avance de las corrientes socialistas y comunistas. A esto se le sumó el hecho de que los "nuevos" trabajadores, llegados en las migraciones internas, no se sintieron interpretados por las ideologías dominantes. Estos nuevos y algunos de los viejos sectores terminarán confluyendo en la década del 40 con el advenimiento del peronismo.
El 4 de junio de 1943 se produjo un nuevo golpe de estado, pero que esta vez terminó con uno de los períodos más nefastos de la historia política argentina. La revolución fue ideada por una logia creada dentro de las filas del ejército: el Grupo de Oficiales Unidos (GOU). Dentro de este grupo se destacaba la personalidad de quien algunos autores aseguran era su ideólogo: el coronel Juan Domingo Perón.
Luego de unos primeros días de confusión, el nuevo gobierno fue presidido por el general Pedro Pablo Ramírez y como vicepresidente el general Edelmiro J. Farrell. El coronel Perón, en octubre de 1943, se hizo cargo del Departamento de Nacional del Trabajo, que luego fue convertido en Secretaría Nacional de Trabajo y Previsión.
Desde este puesto el coronel Perón inició su extraordinaria acción política. Su tarea fue práctica: puso en vigencia las pocas leyes laborales existentes y eso le permitió ganarse el apoyo de vastos sectores de la clase trabajadora. Además fueron creados los Tribunales Laborales e impulsados los Convenios Colectivos de Trabajo, base de las negociaciones de las condiciones laborales y de los salarios. Se promulgaron leyes jubilatorias para todos los gremios, fueron decretadas vacaciones pagas y el aguinaldo. Desde la Secretaría de Trabajo y Previsión el coronel Perón sancionó el "Estatuto del Peón Rural", primera legislación protectora de los derechos del trabajador del campo.
En la difusión de estas medidas, la radio tuvo un rol central. Perón utilizaba la cadena nacional para transmitir las reformas sociales que gestaba. Numerosos discursos quedaron registrados, lo mismo que filmaciones que se difundían en los noticieros que se emitían en las salas cinematográficas. Si bien estas eran las tecnologías de mayor alcance por su masividad, no perdió vigencia la "imagen fija" exhibida en el espacio urbano. Los afiches y los folletos de producción estatal complementaban la propaganda basada en los recursos visuales y auditivos. La campaña que mayor difusión alcanzó fue la que se inició a instancias de la Secretaría de Trabajo y Previsión para recaudar fondos para los damnificados por el terremoto ocurrido en San Juan. Los más famosos y reconocidos artistas cinematográficos y radiales prestaron su apoyo y sin dudas el beneficiario político fue el mismo Perón. El historiador Fermín Chávez cuenta que Perón encargó la confección de un escudo "para una nueva fuerza política que estaba naciendo a un fabricante de medallas y trofeos. Angel Guzmán tenía uno registrado desde 1943 y se lo ofreció a Perón. Es el escudo peronista que circuló desde 1946 y "que simboliza la ayuda del fuerte al desvalido".
Si bien las medidas adoptadas por Perón en materia de legislación laboral fueron duramente criticadas por los sectores conservadores y tradicionales en el manejo de la política del país, el apoyo y la popularidad que alcanzó Perón entre la clase trabajadora fueron incuestionables.
El diario socialista La Vanguardia fue el órgano partidario que más criticó y satirizó el meteórico ascenso político de Perón. Las caricaturas que lo tenían como protagonista ridiculizaban su accionar y hasta sospechaba del pasado de la que sería su futura esposa la actriz de radioteatros Eva Duarte.
Frente al apoyo y la popularidad crecieron los cuestionamientos y las presiones de la oposición en lo que llamaron la "Marcha de la Constitución y la Libertad". La alta sociedad porteña y los partidos políticos tradicionales reunidos en la Unión Democrática reclamaban la entrega del gobierno a la Corte Suprema, elecciones y la renuncia de Perón.
Algunos sectores del ejército cedieron y Perón fue obligado a renunciar. Detenido fue trasladado a la isla Martín García. Entonces, los sindicatos y la C.G.T. convocaron a sus afiliados a concentrarse en la Plaza de Mayo para reclamar la libertad y el regreso de Perón.
El 17 de octubre de 1945 marcó un quiebre en la historia política argentina cuando miles de trabajadores provenientes del Gran Buenos Aires llegaron a la Plaza de Mayo. Y no se movieron de allí hasta que Perón fue liberado y apareció en un balcón de la Casa Rosada. Allí comenzó a cimentarse una nueva identidad política y una relación que se mantendría por mucho tiempo, en lo que se denominó el "Día de la Lealtad" entre el líder nacido y un pueblo simbolizado por un obrero del suburbio y mal vestido que la prensa opositora calificó de descamisado. Estos elementos serán reproducidos por la iconografía peronista más allá aun de la década gobernante. El Día de la Lealtad, el Descamisado y el Líder se mantuvieron vivos como recuerdo de la epopeya fundacional del movimiento peronista. Para Plotkin el Descamisado es la imagen de la ruptura y al mismo tiempo de la continuidad con la historia nacional, el descamisado se erigía imaginariamente en heredero de aquellos otros héroes anónimos de la gesta emancipadora de 1810. En ese sentido Gené dice: "devino en ícono del triunfo popular y en una de las imágenes más poderosas de la Argentina contemporánea: la del héroe positivo y romántico, que amparado que amparado en la bandera argentina signaba el fin del pasado oligárquico y anunciaba el advenimiento de un nuevo orden, guiando al pueblo hacia el destino de grandeza señalado por el Líder cautivo".
El sector del ejército, opositor a Perón, se retiró a los cuarteles y el gobierno lanzó su convocatoria a elecciones. Los sindicatos que apoyaban a Perón y habían contribuido a su liberación, crearon el Partido Laborista nombrando a Perón como su candidato a presidente para las elecciones de febrero de 1946.
Para enfrentar a Perón, la Unión Democrática se integró con la Unión Cívica Radical, el Partido Socialista, el Partido Demócrata Progresista, el Partido Comunista y sectores conservadores. Todos bajos los auspicios del embajador de los EE.UU, Spruille Braden, la Sociedad Rural, La Bolsa de Comercio y la Unión Industrial. Perón, además de los sindicatos, recibió el apoyo de sectores militares, de la Iglesia Católica, de un sector escindido de la Unión Cívica Radical y de integrantes de F.O.R.J.A.
La campaña electoral tuvo un despliegue apresurado por los tiempos y por los recursos sobre todo en las filas Laboristas. El apoyo popular estaba pero no se podía competir con la maquinaria y la tradición de partidos con el Radical o el Socialista. El peronismo comenzaba a organizarse y a crear símbolos identitarios que hoy nos parecen juzgarlos eternos, pero no lo eran en ese momento. Cuenta Leopoldo Marechal que dijo Perón: "pónganme a mí en la punta de un palo y úsenme como afiche".
Perón salió a recorrer el país en tren y su mayor aliado fueron la radio, las imágenes pintadas en la vía pública que hoy llamaríamos gigantografías y las pintadas callejeras de sus seguidores. Pero el mejor recurso propagandístico se lo brindó la propia oposición. Dos semanas antes de las elecciones la embajada de los Estados Unidos dio a conocer lo que llamaron el "Libro Azul". El documento acusaba a Perón y al gobierno al que había pertenecido de colaborar con el nazismo y acusaciones para la CGT. Perón entendió el juego y sacó provecho de una propaganda basada en ataques a su persona. Entonces, presentó los comicios como una opción entre él y el embajador norteamericano. De la frase "Braden o Perón" era fácil deducir quien apoyaba a la oligarquía y a la Unión Democrática y pretendía destruir a Perón y a la revolución social que éste proponía. Las fajas "Braden o Perón" inundaron los muros, como slogan que todo publicista sueña para una campaña, resumía una idea y una orden a la hora de votar.
El 24 de febrero se realizaron las primeras elecciones sin fraude en muchos años. La fórmula Perón –Quijano se impuso por sobre la de Tamborini –Mosca.
El 4 de junio de 1946 Juan Domingo Peón asumió la presidencia de la Nación. La fecha elegida para la asunción tenía como antecedente la revolución de 1943, es decir que una nueva fecha se incorporaba al imaginario que se comenzaba a construir. Como ya se dijo, el 17 de octubre se vuelve central en esa construcción lo mismo que la resignificación que se le dará al primero de mayo. Cada año el 17 de octubre se realizaba una verdadera fiesta de despliegue escenográfico y de movilización popular para reafirmar el vínculo entre el líder y su pueblo. Lo mismo ocurría con el Primero de Mayo pero en este caso lo que siempre había sido un día de protesta tanto para anarquistas como socialistas, el peronismo lo redefinió como día de algarabía popular. Es que el peronismo en la construcción de esa nueva identidad política marcaba claramente la contraposición ayer/hoy. Y en todas esas fechas el rol del trabajador y la figura de Perón son excluyentes en todas las representaciones que se hicieron durante la década peronista. Numerosas imágenes dan cuenta de esta construcción. Los afiches, las ilustraciones aparecidas en los periódicos, publicaciones oficiales y las filmaciones reproducidas en noticieros muestran como constante el cambio que significó "El Día del Trabajador" a "Fiesta del Trabajo", es decir, de "día de protesta" a "día de fiesta".
En cuanto a la representación que se hacía del trabajador era abarcativa a todo el universo del trabajo. Como se dijo el descamisado fue la figura central como custodio de los logros obtenidos, ícono de la creación del peronismo; rompiendo cadenas con el pasado de oprobio. El texto de un afiche resume la idea: "El obrero: "ayer oprimido, hoy dignificado". El hombre abandonó su expresión sufriente a favor del trabajador igualmente exhausto pero heroico fuerte y orgulloso.
La política del gobierno se abrió en varios frentes. El trabajador es el pilar de la producción y se ve dignificado cuando se materializaron sus derechos. Ese sector que se convirtió en la base social y destinatario de la gestión de gobierno, se sintió motivado hacia la sindicalización con la legalización de los derechos del trabajador.
Al cumplirse un año del triunfo electoral Perón proclamó los "Derechos del Trabajador" que luego serían incorporados a la Constitución de 1949. Los festejos del 1º de mayo de 1948 los tendrían como leit motiv. El acto se realizó en la avenida 9 de julio y Moreno y diez carrozas desfilaron decoradas con alegorías de los "derechos."
Pero el descamisado, en tanto obrero industrial, no era el único objeto de representación ya que no era el único trabajador amparado por las políticas del estado. El peón de campo era también un trabajador amparado por la Justicia Social. Era símbolo de la argentinidad ya consensuado desde la década de 1930 y continuando con la antinomia ayer/hoy, el peón rural será mostrado manejando tractores o desempeñándose en modernos establecimientos, es decir modernizado y trabajando de manera más cómoda. En la iconografía peronista el trabajador se ve representado en toda su dimensión temporal. Pasado, Presente y Futuro se muestran en el anciano que también es dignificado por la Justicia Social, el trabajador en actividad y los niños como beneficiarios del futuro de grandeza que se preparaba. No quedaría excluida de toda esta representación ni la mujer ni la familia. Todas estas representaciones se fueron adaptando a las circunstancias por las que atravesaba el país y a partir de 1950 se enfatizó en la relación de lealtad entre los trabajadores y los líderes.
Otro de los frentes que abrió el gobierno peronista fue el relacionado con el rol del Estado. El Estado Liberal había concluido con el golpe de estado de 1930 cuando los gobiernos conservadores le dieron al Estado un protagonismo intervencionista y empresario a favor de los sectores oligárquicos y concentrados de la economía. El gobierno de Perón profundizó y amplió las funciones del Estado con el objetivo de crear un mercado interno y aumentar el consumo. Para eso, se promovió el desarrollo de la industria liviana, dadas las condiciones de posguerra, lo que permitía utilizar la abundante mano de obra y evitar así el desempleo. Entonces, el Estado Peronista debe incluirse dentro de la corriente política mundial denominada Estado Benefactor. Corriente inspirada en los postulados del economista J.M. Keynes, mas la incorporación de elementos del socialismo y del fascismo italiano.
Entre las medidas implementadas por el Estado Peronista se destacaron la nacionalización del Banco Central y la creación del Instituto Argentino para la Promoción del Intercambio (IAPI). La función del IAPI era la compra de la totalidad de las cosechas a los productores nacionales a precios superiores a los del mercado local y su venta al exterior. La diferencia obtenida era reinvertida en créditos para la producción.
El gobierno de Perón desarrolló un vasto plan de estatizaciones y de estímulo a la industrialización. La novedad residía en la planificación de la economía a mediano plazo. El soporte en el que se establecieron esas políticas fue el "Primer Plan Quinquenal". En ese marco teórico –práctico, fueron estatizados, en 1947, los ferrocarriles ("representado por la propaganda peronista como un triunfo de la soberanía nacional y se convirtió en una fiesta"), la empresa telefónica ITT; fueron creadas las empresas Gas del Estado y en 1950 Aerolíneas Argentinas.
La protección del Estado alcanzó a las industrias proveedoras del mercado interno y gracias al nivel de consumo alcanzado por los trabajadores, proliferaron las fábricas de heladeras, cocinas, lavarropas y motocicletas.
La política de obras públicas dinamizó la industria de la construcción que registró un desarrollo notable sobre todo por los planes de vivienda implementados en el Primer Plan Quinquenal. Como consecuencia de esta política aumentaron significativamente la cantidad de propietarios. El sueño siempre postergado de la clase trabajadora de la casa propia se hacía realidad. La socióloga Susana Torrado dice en ese sentido: "En términos de niveles de vida, durante esta etapa se constatan progresos en los tres principales sectores del bienestar. Así, en el área de la salud, la esperanza de vida alcanza niveles y ritmos que colocaban a la Argentina en situación muy favorable respecto del conjunto de naciones de América Latina y aun respecto de varios países europeos. En lo que concierne a la vivienda, todos los indicadores observables llevan a concluir que la situación habitacional urbana experimentó algunas mejoras entre 1947 y 1960, una tendencia singularmente distinta a la que habría de verificarse en el futuro. En fin, en o que respecta a educación, durante 1947–1955 se completa la incorporación de la población a la enseñanza primaria y se avanza notablemente en la escolarización secundaria y superior".
Durante el gobierno peronista, el organismo encargado de la producción y distribución de la propaganda oficial fue la Subsecretaría de Informaciones (SI) que había sido creada en 1943. Un área de la SI, la Dirección General de Propaganda estaba a cargo de la gráfica y otra área, la Dirección de Espectáculos Públicos sería la encargada de la cinematografía. Debido a la magnitud de los recursos dispuestos y a la calidad y cantidad de producción, el cine fue dejando a un rol secundario a la publicidad en la vía pública. En 1949 fue designado al frente de la SI Raúl Apold, quien ya en 1946 dirigía el noticiero Sucesos Argentinos y realizó el primer corto documental del gobierno: El Primer Plan Quinquenal. La exhibición de los noticieros era obligatoria en todas las salas cinematográficas desde 1943. Además de Sucesos se proyectaban el noticiero Emelco y el Noticiero Panamericano de la empresa Argentina Sono Film y la provincia de Buenos Aires comenzaba a producir su Noticiario Bonaerense.
A partir de 1946 estos noticieros comenzaron a recibir subvención estatal, convirtiéndose en agencias informativas estatales. La propaganda fílmica estatal con un tipo particular e innovador de film para difusión, es lo que Marcela Gené denomina "cortos de argumento". Para Apold los "cortos cinematográficos ofrecían posibilidades ilimitadas" de "injertar motivos difusores", los "cortos "no razonan; presentan el hecho desde una perspectiva emocional, sintetizándolo y no razonando sobre su desarrollo total. Entonces el cine se presentaba como el medio más moderno y versátil para desarrollar tácticas publicitarias en las que se podía conjugar información, sensibilidad y entretenimiento. En este sentido el espectador deja de ser un receptor pasivo de las crónicas oficiales y se siente participante activo del proceso transformador.
El eje de estos nuevos documentales será siempre la difusión de la obra de gobierno articulando el género documental tradicional con los géneros cinematográficos más populares: la comedia y el melodrama. La ficción generalmente interpretada por actores y actrices de reconocimiento popular funcionaba como hilo conductor del relato montado de escenas de documentales o noticieros. En estas producciones se repite el esquema ayer/hoy, exaltando el contraste entre un pasado de penurias y un presente de bienestar. La lista de filmes realizados en el período es abundante. Algunos de los títulos son: La ciudad frente al río (Enrico Gras, 1950); ¡Ya son argentinos! (Emelco, Sucesos,1948); Su obra de amor (Carlos Borcosque, 1953); De la Nueva Argentina Justicialista (1950); Para todos los hombres del mundo (Sucesos, 1948) ; Justicia Social (realidad argentina) (ASF, Not. Pan. s/f) Obras del Plan Quinquenal (Sucesos, 1947); Orgullo de ser un pueblo soberano (Empa, 1953); El Pueblo con Perón (Empa, 1953); Los agrarios con Perón (Empa, 1953); La payada del tiempo nuevo (los 1.500 días de la argentina peronista) (Ralph Pappier, 1950) que entono gauchesco mostraba el contraste de los logros de la argentina peronista con el pasado con interpretaciones de Agustín Irusta y Enrique Muiño; Ayer y hoy; el día de una obrera (Ralph Pappier, 1950); Cuando la plata se hizo argentina (Alberto Soria, 1952); Nuestro Hogar. Segundo Plan Quinquenal (R. García Ibáñez, M Sóffici, Antonio Cunill, s/F) Ahora soy un más (Giannella-Soria, S/f); La mujer puede y debe votar (ASF, 1951) sobre el debate parlamentario y la sanción del voto femenino; Canto de fe (Alberto Wehner, 1951); Soñemos (Amadori, 1951) muestra la Ciudad Infantil; Mejor que prometer es realizar (ASF, Noticiero Panamericano, s/f).
En 1950 la SI le encomendó a la Editorial Peuser una obra de carácter monumental llamada La Nación Argentina Justa Libre y Soberana. Decimos monumental no solo por sus dimensiones (27x36x7) y por la cantidad de páginas (800), el escudo argentino en relieve en su tapa carboneé, sino por la calidad de sus ilustraciones, la claridad de conceptos y los datos estadísticos. Obras de infraestructura como puertos, centrales hidroeléctricas, redes camineras, ampliación de de la red ferroviaria, las nacionalizaciones de los servicios públicos, los planes de viviendas, las escuelas construidas y por construir, los hospitales, el servicio de turismo social con los hoteles y la capacidad de albergue, los logros en materia salarial y de asistencia social para los ancianos y niños, la conquista del tiempo libre y el esparcimiento, la obra de la Fundación Eva Perón, el aumento de la capacidad productiva del país y su correlato en el comercio y el consumo, detalles de todas las provincias argentinas. Son solo algunos de los temas que muestra esta magnífica publicación.
La política social llevada a cabo por el gobierno peronista venía a cubrir las demandas insatisfechas. Desde las tribunas políticas se había proclamado la Justicia Social, pero recién con la llegada de Perón al poder comenzó a efectivizarse y el peronismo convirtió ese postulado, junto con la Independencia Económica y la Soberanía Política, en fundantes del movimiento político que luego se llamaría Justicialismo.
Eva Perón se transformó en el nexo entre el líder y el pueblo. Innumerable cantidad de afiches y fotografías dan cuenta de esa relación. El contacto directo con el pueblo en los actos políticos tomando la palabra y arengando, en sus jornadas de atención en la Fundación y a través de emisiones radiales y filmaciones.
La acción social justicialista se orientó hacia la redistribución del ingreso
(los obreros alcanzaron la mayor participación de la historia en el PBI) y en los beneficios otorgados por medio del salario indirecto. Esto se logró en la extensión de la red de seguridad social, la educación y la atención materna infantil. La encargada de llevar adelante las obras para cubrir las necesidades de la clase trabajadora fue la Fundación Eva Perón. La esposa del presidente encaró por medio de ese organismo obras como hospitales, escuelas, hogares de tránsito para madres solteras, comedores escolares, hogares de ancianos, campañas de vacunación, colonias de vacaciones para niños, campeonatos de fútbol infantil, por medio de los cuales se obtenían fichas y ase elaboraban planes de atención médica.
La Fundación Eva Perón creó una escuela de enfermería que, a instancias del ministro Ramón Carrillo, proveyó de personal capacitado a los hospitales de todo el país. En los Hogares (de Tránsito, de la Empleada, Escuelas, de Ancianos, de Madres Solteras) el rol de la enfermera es fundamental. Es el equivalente femenino del trabajador industrial. Esto se puede enmarcar en la redefinición que hace el peronismo del rol de la mujer en la sociedad. La mujer, antes ama de casa, se constituye en "trabajadora" aun en el seno de su hogar, ya que se convertía en maestra de sus hijos formando generaciones de nuevos peronistas. Y si se volcaba a la práctica política, fomentada desde la figura de Eva y la constitución del Partido Peronista Femenino, no presentaba contradicción pues el rol asistencial podía combinarse perfectamente con las tareas domésticas. Además el peronismo a través de las Unidades Básicas y en El Hogar de la Empleada se dictaban cursos de capacitación para las mujeres como por ejemplo el de corte y confección. La familia fue eje de las representaciones en la difusión de los planes de construcción viviendas, en la difusión del Turismo Social, y en el conjunto de afiches y publicaciones acerca de los derechos alcanzados.
En 1946 Eva Perón conformó una "Comisión pro- Voto Femenino" en apoyo de una ley que incorporara a la mujer a la vida política activa. Y que había sido uno de los compromisos en la campaña electoral de Perón. El rol desempeñado por Eva y el resultado fueron presentados como un logro personal, lo que consolidó su figura dentro del movimiento justicialista. Para Eva, la radio era su ámbito natural por lo tanto utilizó ese medio para difundir la importancia del voto femenino. En el ciclo radial La mujer debe votar, Eva protagonizó las que se denominaron "clases magistrales" en las que difundían y aclaraban aspectos que podían resultar confusos para una población/auditorio de niveles de instrucción heterogéneo y disperso en todo el país. El "corto argumental" La mujer puede y debe votar combinó el testimonio documental con la dramatización instructiva en un claro ejemplo de labor pedagógica.
En 1947 el Congreso Nacional promulgó la Ley 13010 de Voto Femenino y el gobierno por medio de Eva lo difundió por radio de esta manera: "Mujeres de mi patria, recibo en este instante, de manos del gobierno de la Nación, la ley que consagra nuestros derechos cívicos y la recibo ante vosotras con la certeza de que lo hago en nombre y representación de todas las mujeres argentinas, sintiendo jubilosamente que me tiemblan las manos al contacto del laurel que proclama la victoria".
En 1949 fue sancionada la nueva constitución en la que se incorporaron los derechos del trabajador, de la familia, de la ancianidad, de la educación popular. Todas las fuentes de energía fueron declaradas bienes de la nación y el Estado pasó a ser el prestador de todos los servicios públicos.
En 1951, Eva Perón fue propuesta por la CGT como candidata a vicepresidenta de la Nación en un multitudinario acto frente al edificio del Ministerio de Obras Públicas en la avenida 9 de julio y Moreno.
Acto que quedó registrado para los noticieros como Cabildo Abierto del Justicialismo (22/8/1951, SI). Pero las presiones de militares y grupos opositores desembocaron en su "renunciamiento".
El acto del Día de la Lealtad de 1951 estuvo dedicado a Eva Perón. Juan Perón le entregó la Medalla de la Lealtad, las cámaras de los noticieros registraron el abrazo contenedor y por los receptores se escuchaba una voz que mostraba los efectos de la enfermedad: "Compañeros, quiero comunicar al pueblo argentino mi decisión irrevocable y definitiva de renunciar al honor con que los trabajadores y el pueblo de mi patria quisieron honrarme en el histórico Cabildo Abierto del 22 de agosto". Argentina Sono Film producía el documental Por el restablecimiento de Eva Perón (1951).
Entonces se repitió la fórmula Perón-Quijano y por radio se escuchaban slogans en la voz de un reconocido locutor y compositor: Roberto Sciammarella que repetía:
"Para mayores conquistas y para bien de la Nación,
apoyemos a Perón votando a los peronistas.
Vote peronismo para el bien de la patria y usted mismo.
Trilogía de la lista de Perón: Lealtad, Honradez y Corazón.
Basta ya del político egoísta, la ley del bien común es peronista.
La justicia social vivía ausente, hoy gracias a Perón está presente.
Las mejores listas son las peronistas.
Todos los obreros y empleados, fueron por Perón reivindicados.
Perón conquistó la Justicia Social, Perón cumplirá con el Plan Quinquenal. Para continuar con la obra progresista, vote por los peronistas."
Es difícil comprobar si estos versos y esas forzadas rimas contribuyeron al triunfo electoral de Perón, lo cierto es que nada se dejaba librado al azar a la hora de hacer propaganda política.
La muerte de Eva Perón fue un golpe que el gobierno sintió y que la oposición aprovechó para marcar las debilidades de un modelo político económico que enfrentaba no pocas adversidades.
Como no podía ser de otra manera, la muerte de Eva Perón fue anunciada por radio en cadena nacional: "Cumple la Subsecretaría de Informaciones de la Presidencia de la Nación el penosísimo deber de informar al pueblo de la República, que a las 20 y 25 horas, ha fallecido la señora Eva Perón, Jefa Espiritual de la Nación".
La Subsecretaría de Informaciones produjo dos documentales sobre las exequias de Eva Perón, uno de ellos, "Evita Inmortal" (1952), dirigido por Carlos Borcosque, quien también realizó un documental sobre de la Fundación Eva Perón: "Su obra de Amor" (1953) en un recorrido por las realizaciones en episodios que combinan el registro documental con escenas de ficción.
"Y la Argentina detuvo su corazón" (1952), es otro documental de la SI que reseña la vida de Eva Perón y su paso por la residencia presidencial donde falleció.
La oposición también tuvo su lugar en las publicaciones del peronismo pero no ocupaban un lugar central en las preocupaciones del gobierno. En la revista Mundo Peronista se publicaban dos tiras cómicas Mr. Whisky and Soda y Don Cangrejo. Con el humor alcanzaba para hablar de los oligarcas y los contras tan mencionados por Perón y por Eva en sus discursos pero evidentemente omitidos en las publicaciones para acentuar la concepción de armonía social que proponía el peronismo.
Pero sin dudas las referencias de mayor alcance popular y destacado ingenio fueron las intervenciones radiales de uno de los más grandes poetas del tango: Enrique Santos Discépolo. Con su personaje "Mordisquito" lanzaba sus ironías contra un opositor imaginario que en momentos de crisis se preocupaba por banalidades y no valoraba los logros obtenidos: "Resulta que antes no te importaba nada y ahora te importa todo. Sobre todo lo chiquito. Pasaste de náufrago a financista sin bajarte del bote. Vos, si vos, que ya estabas acostumbrado a saber que tu patria era la factoría de alguien y te encontraste con el regalo de una patria nueva, y entonces, en vez de dar las gracias por el sobretodo de vicuña, dijiste que había una pelusa en la manga y que vos no lo querías derecho sino cruzado. ¡Pero con el sobretodo te quedaste! Entonces ¿qué me vas a contar a mi? ¿A quién le llevás la contra? Antes no te importaba nada y ahora te importa todo. Y protestás. ¿Y por qué protestás? ¡Ah no hay té de Ceylán! Eso es tremendo. Mirá que problema. Leche hay. Leche sobra; tus hijos, que alguna vez miraban la nata por turno, ahora pueden irse a la escuela con la vaca puesta. ¡Pero no hay té de Ceylán! _Y según vos, no se puede vivir sin té de Ceylán. Te pasaste la vida tomando mate cocido, pero ahora me planteás un problema de estado porque no hay té de Ceylán. Claro, ahora la flota es tuya, ahora los teléfonos son tuyos, ahora los ferrocarriles son tuyos, ahora el gas es tuyo, pero...¿no hay té de Ceylán!..:"
El conjunto de políticas aplicadas por el peronismo generó la oposición de algunos sectores del ejército, la jerarquía de la Iglesia Católica, la Sociedad Rural y de componentes de las clases medias y altas que no aceptaban que la clase trabajadora ocupara los puestos de poder que siempre habían sido reservados para ellos. Fue así que el accionar opositor aumentó la conflictiva relación que ya tenía con el gobierno. Varios fueron los ensayos por derrocar a Perón. El primer intento golpista fue el 28 de septiembre de 1951. El objetivo de los militares sublevados era impedir que Perón accediera a un segundo mandato presidencial. El golpe fracasó y sus líderes encarcelados.
La Iglesia Católica, que hasta 1954 había apoyado al gobierno de Perón, se sumó a las voces opositoras. Es que la acción social llevada adelante por la Fundación Eva Perón y la politización de la juventud con la creación de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) no fueron bien toleradas por la institución religiosa. La relación se quebró cuando la Acción Católica auspició marchas antigubernamentales. El gobierno respondió sancionando la Ley de Divorcio y la legalización de los prostíbulos. El 11 de junio de 1955 la procesión de Corpus Christi resultó una manifestación opositora. El criminal bombardeo de la Plaza de Mayo del 16 de junio marcaría el comienzo del fin del gobierno. Las escenas quedaron registradas por varias cámaras y el gobierno las difundió por los medios habituales pero ya no le quedaba mucho tiempo como para revertir el proceso golpista. Llamativamente las mismas imágenes serían utilizadas por la dictadura de Aramburu en clave de justificación del atentado que tenía como objetivo matar a Perón y que produjo más de 300 muerto y 2000 heridos.
El 16 de septiembre, el alzamiento armado apoyado por la mayoría de los partidos políticos opositores, la Iglesia Católica, la Sociedad Rural, las Cámaras Empresarias, la banca extranjera y la embajada de EE.UU, concretó un nuevo golpe de estado.
"En 1955 el furor iconoclasta de la Revolución Libertadora arrasó con los símbolos y las imágenes del peronismo, intentando borrar de la memoria colectiva todo vestigio que evocara el régimen depuesto".
Así lo establecía el recordado decreto 4161 de la dictadura:
"Art. 1- Queda prohibida en todo el territorio de la Nación: La utilización, con fines de afirmación ideológica peronista, efectuada públicamente o de propaganda peronista, por cualquier persona, ya se trate de individuos aislados políticos, grupos de individuos, asociaciones, sindicatos, partidos políticos, sociedades, personas jurídicas, públicas o privadas, de la imágenes, símbolos, expresiones significativas, doctrinas y obras artísticas, que pretendan tal carácter o pudieran ser tenidas por alguien como tales, pertenecientes o empleados por los individuos representativos u organismos del peronismo. Se considerará especialmente violatoria de esta disposición la utilización de la fotografía, retrato o escultura de los funcionarios peronistas o sus parientes, el escudo y la bandera peronista, el nombre propio del presidente depuesto, el de sus parientes, las expresiones peronismo, peronista, justicialismo, justicialista, tercera posición, la abreviatura P.P, las fechas exaltadas por el régimen depuesto, las composiciones musicales denominadas Marcha Peronista y Evita Capitana o fragmentos de las mismas, la obra La Razón de mi Vida, o fragmentos de la misma, y los discursos del presidente depuesto y de su esposa o fragmentos de los mismos".
Las persecuciones, los fusilamientos y las proscripciones intentarían complementar la acción liberadora de estos paladines de la libertad que creían que con estas medidas iban a anular 10 años de realizaciones y que habían quedado en la mayoría del pueblo trabajador en otros lugares más profundos de los que puede llegar una propaganda.
Todo bien, pero con la marchita, no se metan
Los Muchachos Peronistas, es otra muestra de apropiación y resignificación. En este caso una canción de una hinchada de fútbol con nueva letra.
Los muchachos peronistas
Todos unidos triunfaremos
Y como siempre daremos
Un grito de corazón
¿Viva Perón! ¿Viva Perón!
Por ese gran argentino
Que se supo conquistar
A la gran masa del pueblo
Combatiendo al capital.
Perón Perón que grande sos!
¿Mi general cuánto valés!
¿Perón Perón, gran conductor,
Sos el primer trabajador!
CONCLUSIÓN
El peronismo, en la década 1945-1955, a través de los mecanismos del Estado proyectó un discurso hegemónico en la necesidad de construir su autorepresentación. A través de la Subsecretaría de Informaciones centralizó todas las estrategias de difusión de la obra de gobierno. En lo que se refiere a creación visual el gobierno se apoyó en todos los mecanismos y recursos tecnológicos disponibles. Afiches, folletos, avisos de prensa y el cine. En ellos, el trabajador se convirtió en el icono peronista casi excluyente. Se lo presentó en sus tres variantes: descamisado, obrero industrial o rural y como hombre común en su marco familiar. La mujer aparece en la figura de la enfermera o como madre de familia. En la construcción de la nueva identidad política que fue el peronismo se utilizaron recursos sencillos como plantear la antinomia ayer/hoy y las tradiciones gráficas que circulaban en el país y en el ámbito internacional en esa época. El peronismo reformuló modelos visuales del socialismo y el anarquismo y por lo analizado se puede asegurar que se tenía bien en claro la función de toda la producción, esto es la comunicación. Y vaya si lo logró.
La planificación centralizada de la propaganda queda en evidencia con la profusa producción desarrollada por la Subsecretaría de Informaciones y emitida en las salas cinematográficas y en todo se destaca las directivas de Raúl Apold en la estética de los citados "cortos argumentales". La calidad y la variedad de temas abarcados exceden la intención de este trabajo pero sirve de sustento al planteo de la idea principal que es la construcción de una identidad política.
El cine comercial no fue incluido en el desarrollo temático debido a que en lo que podemos considerar la esfera del arte en general, el peronismo no tuvo una política activa, ni de apoyo ni de injerencia, salvo el hecho excepcional de la organización del Primer Festival Internacional de Mar del Plata en 1954. Pero si se desarrolló lo que se puede denominar un cine de contenido social con obras que indisimuladamente tocaban elementos cercanos a las políticas sociales del gobierno. Así lo pudimos observar en filmes como Las aguas bajan turbias (Hugo del Carril, 1952), Pasó en mi barrio (Mario Soffici, 1951), Los isleros (Lucas Demare, 1951) Dios se lo pague (Luis Cesar Amadori, 1948) y Mercado de Abasto (Lucas Demare, 1954) entre otros.
Entonces miles de imágenes circularon difundiendo un proceso que se consideraba revolucionario. La armonía social, la justicia y el bienestar no solo debían ser una realidad sino que además debían mostrarse y no podían faltar los realizadores de esa nueva Argentina: Perón y Evita.
Los opositores quisieron ver, entendemos que de manera forzada, en todo ese andamiaje propagandístico todo el repertorio del nazi-fascismo y una manera de ahogo al entendimiento del destinatario. Es verdad que en la propaganda peronista no hay espacio para la autocrítica o el disenso, pero de ahí al totalitarismo hay una gran distancia. Para lo primero basta con analizar las imágenes de otras corrientes de la época como las del socialismo soviético o del New. Deal. Para lo segundo es recomendable leer el decreto 4161 de la autodenominada Revolución Libertadora.
Todo el material mencionado en el trabajo existe, y puede consultarse, leerse, verlo, analizarlo. Es extenso, apasionante merecedor de profundización. Pero quizá lo más importante sea que resistió el paso del tiempo, las quemas, las persecuciones, las prohibiciones y las proscripciones. Y decimos resistió porque mucho de ese material fue guardado por quienes a partir de 1955 debieron soportar la misma suerte. Hoy está disponible y sigue siendo una fuente inagotable de discursos. Es patrimonio cultural y político de toda la sociedad. Merece ser difundido.
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